El terapeuta ocupacional es el profesional social sanitario encargado de trabajar con personas para enseñarles técnicas con el principal objetivo de devolver o conservar la autonomía de las mismas. El trabajo de la terapia ocupacional llega al entorno del afectado, a su familia, en su domicilio y en su cotidianidad. En la adaptación deben colaborar las personas afectadas, las familias y los profesionales implicados en la intervención, que ofrecen diversos recursos imprescindibles en la rehabilitación.
Es muy importante ser conscientes de la enfermedad a la que nos enfrentamos en una intervención de terapia ocupacional. Llegar a éste punto, no es fácil, se complica aún más si carecemos de motivación y paciencia para adaptarnos y superar el nuevo estado. En muchos casos los afectados y las familias, en una entrevista inicial, piensan que son conscientes del problema, y no es así. La adaptación es costosa, bajar el nivel de nuestra normalidad, de los que estamos acostumbrados a conseguir y en éstos momentos no conseguimos es muy frustrante. Saber que antes llegábamos al diez en menos de un segundo y ahora llegamos al cuatro en cinco segundos es muy difícil de asimilar por parte del afectado y de su familia.
Por eso debemos aprender a ser pacientes, paciencia infinita. La rehabilitación es cuestión de tiempo, cuanto más dediquemos, antes controlaremos nuestro nuevo estado, antes nos adaptaremos a la nueva etapa que nos toca vivir. Sí, una nueva etapa en la cual debemos sacar lo positivo, la esencia y ser felices. La calidad de vida y el bienestar son imprescindibles para cualquier persona. El terapeuta ocupacional pauta, guía y enseña las técnicas necesarias para conseguir vivir la vida. Vivir la vida el afectado y vivir la vida la familia del mismo.
Debemos enfrentarnos al problema con rehabilitación cognitiva y funcional, es dura, pero la recompensa es infinita.
