Recuperamos la cotidianidad, regresa el hábito a nuestras vidas tras unos días de descanso estival. Durante las vacaciones debemos continuar trabajando nuestro estado cognitivo ya que el deterioro, si padecemos alteración en las funciones cerebrales superiores, no está de vacaciones.
Quizá pensamos que es difícil combinar vacaciones y descanso con rehabilitación cognitiva y funcional, no es así. Nuestras tareas básicas diarias las seguimos realizando con normalidad, algunos ejemplos son la higiene, el vestido, la alimentación. Actividades cotidianas relevantes para nosotros y la sociedad a la que pertenecemos y que tampoco tienen vacaciones como nuestra alteración cognitiva. Debemos aprovechar esas actividades relevantes para continuar nuestra rehabilitación de la memoria, de la atención, del lenguaje, de la orientación.
¿Sabéis a lo que nos referimos?
El descanso se puede combinar con la rehabilitación, por eso debemos sacar la esencia a las actividades más ínfimas que realicemos en vacaciones, porque de esa forma conseguiremos aunar placer con rehabilitación, disfrute con calidad de vida, vacaciones con terapia ocupacional.
